Siempre he sido un poco ratón de biblioteca. Me enseñaron a leer con tres años, y desde entonces no he podido parar. Empecé con cuentos y sobre todo poesías, de la mano de Gloria Fuertes sobre todo, y de los libros de fábulas que heredé de mis hermanas mayores. Después me pasé al cómic: Mortadelo y Filemón y Zipi y Zape se convirtieron en mis compañeros de aventuras durante gran parte de mi infancia, junto con 13, Rue del Percebe, Carpanta, Las hermanas Gilda y El botones sacarino (recordad, me crié con dos hermanas criadas en los años 80), aunque estos últimos nunca consiguieron apasionarme tanto como los personajes estrella de Ibáñez y Escobar. Luego me pasé a la novela, y aunque nunca le hice ascos a ningún género en especial (bueno, sí, a la novela romántica, pues nunca he leído ninguna, la verdad), me atraían especialmente las historias de intriga y detectivescas (soy fan de Conan Doyle hasta la muerte) y las novelas históricas. Y hoy el 90% de mis lecturas son especializadas, fundamentalmente en historia, y desde hace un año también en didáctica y educación, pero sigo intentando dejar un espacio para disfrutar con alguna novela que cae en mis manos o, por supuesto, un buen cómic (sí, soy muy friki en este sentido).
Con el paso de los años, fui desarrollando la pasión que hoy tengo por la cocina. Empecé por los postres y, aunque siguen siendo los platos que mejor se me dan y sobre los que más práctica tengo, ahora también disfruto muchísimo con todo tipo de recetas.
Pronto mi estantería se llenó de nuevos libros, pero todos apuntaban en una misma dirección: la comida, tanto la tradicional como la más contemporánea, y abarcando todas las cocinas del mundo que estén a mi alcance.
Pero tanto en literatura como en cocina, hay un elemento más que me caracteriza, y muchos lo conocen: la presencia de mis raíces, mi tierra, Galicia. Desde pequeña he leído muchas obras de literatura gallega, y actualmente la comida tradicional de Galicia ocupa un lugar especial en mi recetario, sobre todo gracias a mi madre y a mi abuela, que han conseguido conservar durante muchísimos años el legado culinario de mi familia y de mi zona.
En resumen: cocinar y leer van de la mano en mi día a día (y si no me creéis preguntádselo a mi madre, que ya no sabe cómo hacerme sitio en la estantería para tanto libro de cocina).
Así que cuando vi la propuesta para este mes de La Cocina Typical Spanish, #entrelibrosandaelguiso, no me pude resistir y me lancé a la búsqueda de una buena obra que me inspirase para una nueva creación.
Quería que fuese, por supuesto, una obra española, ya que de lo que se trata es de reivindicar la literatura y la cocina de nuestro país, pero además me hacía ilusión que tuviese algún vínculo con Galicia. Así que no tardé mucho en decidirme por la obra de Camilo José Cela, gallego de nacimiento, gran literato, y que refleja en muchas de sus obras la sociedad y el entorno de nuestra querida “terriña”.
La obra escogida, en concreto, ha sido “La familia de Pascual Duarte”, publicada en 1942. Y muchos ya estaréis pensando: ¿qué tiene que ver esto con Galicia, si en la novela Pascual Duarte, el protagonista, es extremeño? Pues tiene que ver, porque en la boda de este personaje, se describe un banquete en el que Cela, no sé si intencionadamente o por casualidad, incluye varios ejemplos de platos y preparaciones culinarias muy típicas en Galicia. Os dejo con el fragmento concreto para que lo entendáis mejor:
“Cuando acabó la función de iglesia -cosa que nunca creí que llegara a suceder- nos llegamos todos, y como en comisión, hasta mi casa, donde, sin grandes comodidades, pero con la mejor voluntad del mundo, habíamos preparado de comer y de beber hasta hartarse para todos los que fueron y para el doble que hubieran ido. Para las mujeres había chocolate con tejeringos, y tortas de almendra, y bizcochada, y pan de higo, y para los hombres había manzanilla y tapitas de chorizo, de morcón, de aceitunas, de sardinas en lata... Sé que hubo en el pueblo quien me criticó por no haber dado de comer; allá ellos.”
La familia de Pascual Duarte, Camilo José Cela (convite de la boda de Pascual y Lola)
De todos estos manjares, el elegido ha sido nada más y nada menos que la bizcochada, un postre que se hace aquí en Galicia y que resulta muy sencillo de preparar y muy sabroso. Es un bizcocho sin levadura, que además no lleva demasiada harina, pero sí una cantidad considerable de huevos, que lo hacen muy esponjoso. El limón es el que da ese toque de sabor tan fresco y que acompaña estupendamente un buen café tanto en el desayuno como después de una buena comida. Aunque podemos hacer variaciones añadiendo, como he probado yo, algo de zumo de naranja o un toque de vainilla, ya os digo desde este momento que no es necesario cambiarle nada para obtener un postre delicioso que hará las delicias de todos.
La receta original que os traigo está extraída del libro La Cocina Gallega, de Álvaro Cunqueiro, otro de los grandes de la literatura gallega, excelente narrador y creador de historias, con una imaginación desbordante y una calidad extraordinaria para mi gusto. Así que, como veis, ¡hasta la receta misma tiene que ver con los libros!
Os dejo dos versiones de la receta, en las que únicamente varían los ingredientes utilizados, por dos razones:
- He querido traer al blog una receta apta para celíacos, y por eso he adaptado los ingredientes proponiendo así una versión sin gluten.
- Hice esta bizcochada en dos ocasiones; en una de ellas me ceñí a la receta original, y en la otra probé a añadirle algo de naranja y vainilla, y también gustó mucho. Podéis probar cuál os gusta más, ya que ambas tienen exactamente la misma preparación.
Aquí os dejo la receta, animaos porque es sencilla y deliciosa.
Receta de Bizcochada gallega (versión tradicional)
Ingredientes para un molde de 18 cm:
- 6 huevos medianos
- 250 gr de azúcar blanco
- 150 gr de harina de trigo
- 1 limón ecológico
Receta de bizcochada gallega (versión sin gluten y aromatizada)
Ingredientes para un molde de 18 cm:
- 6 huevos medianos
- 250 gr de azúcar blanco
- 50 gr de harina de arroz
- 50 gr de harina de maíz
- 50 gr de harina de espelta integral
- Medio limón ecológico
- 3 cucharadas de zumo de naranja natural
- 2 cucharaditas de agua de azahar
- 1 cucharada de extracto de vainilla
Precalentamos el horno a 200º.
En primer lugar, cascamos los huevos y separamos las yemas de las claras.
Exprimimos el zumo de limón y rallamos la piel. En un bol, mezclamos las yemas con el azúcar, y añadimos el zumo y la ralladura. Batimos bien hasta que la mezcla blanquee.
En otro recipiente amplio, montamos las claras a punto de nieve. Cuando formen picos firmes, las incorporaremos a la mezcla de yemas y azúcar. Integramos bien la mezcla con ayuda de una espátula o lengua, con movimientos envolventes.
Tamizamos la harina y la añadimos poco a poco a la mezcla, integrándola también con movimientos envolventes para evitar que se nos bajen las claras.
OPCIÓN 2: Añadimos dos cucharadas de zumo de naranja, el agua de azahar, el extracto de vainilla, y mezclamos.
Forramos con papel de horno un molde redondo de unos 18 cm, o bien podemos engrasarlo con mantequilla y harina, para evitar que se nos pegue el bizcocho. Echamos dentro nuestra masa, y lo metemos al horno durante unos 45 minutos, hasta que la superficie se haya dorado bien y al pincharlo con un palillo éste salga limpio.
Desmoldamos y dejamos enfriar.
Como habréis comprobado, una receta sencilla, rápida y rica, pero rica de verdad. Os animo a que la hagáis en casa, y la compartáis con vuestros familiares y amigos, que es lo típico aquí en Galicia con un dulce como este.
El bizcocho es bastante grande y da para bastantes raciones. En mi familia, lo solía preparar mi bisabuela, que lo horneaba en una olla (era como se hacía tradicionalmente), y con el desayunaba toda la familia. Vosotros si queréis podéis reducir las cantidades fácilmente, por ejemplo usando 3 huevos en lugar de 6 y dividiendo las cantidades de los demás ingredientes a la mitad. También he probado a hacerlo y no supone ningún problema, ya que el bizcocho sale bueno igualmente.
No os entretengo más, que seguro que estáis impacientes por conocer qué han cocinado mis compañeras de reto. Para ello sólo tenéis que clicar aquí, y ver el recopilatorio de recetas estupendas que os proponen, ¡no os las perdáis!
Nos vemos pronto, que os tengo que contar mi aventura castellana y mi aventura asturiana de estos últimos meses (¡me puse las botas, viva la cocina española!).
Un biquiño!
Información nutricional de la Bizcochada gallega
Calorías totales: 1975 kcal
Calorías por ración (25 raciones): 395 kcal/ración
Galicia es una tierra que conozco y que me encanta y esta bizcochada, que nunca he preparado, me la quedo con tu permiso. Se ve deliciosa! Creo que va a caer este fin de semana que ya se me ha acabado el bizcocho para el cafe! Un besito
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, Maggie! Te invito a probarla cuando quieras!! Un besiño!
EliminarLa bizcochada tiene una pinta estupenda, me la apuntaré en pendientes. La novela no la he leído, aunque me suena de haberla escuchado antes, me lo apuntaré para leerlo. :)
ResponderEliminarUn beso!
Raquel
Gracias Raquel! La novela es un clásico de Cela, aunque he de confesar que no es precisamente de mis favoritas, más que nada porque me gustan más otros autores gallegos que Cela. Aun así, ya sólo por mencionar un postre como este, merecía que la trajera al blog :)
EliminarUn besito!
Pero qué buenísima pinta!!!!!
ResponderEliminarEl libro lo leí hace tiempo y recuerdo que me gustó bastante y eso que Cela no es que me apasione...
Me apunto este peazo receta!
Bss y buen fin de semana.
Muchas gracias MFe!! A mí Cela no me entusiasma demasiado, aunque sí reconozco su enorme talento literario, las cosas como son. Apúntate la receta porque está riquísima!
EliminarUn saludo!!
Sencilla, buena y manteniendo la tradición de tu tierra.Felicidades!!!!
ResponderEliminarMil gracias Carmen!! Si es que yo aprovecho para hacer gala de las maravillas de mi querida Galicia siempre que puedo, jeje! Un besiño!
Eliminarme encanta tu receta, me encanta nuestra tierra, y me encantas tú!
ResponderEliminarJajajajaja! Montse, eres un cielo!! Muchísimas gracias por tus palabras, eres la mejor :) Un beso enorme!
Eliminaruna adaptacion de la bizcochada perfecta!! se ve tan rica y jugosa que tiene que estar de vicio!! bicos.
ResponderEliminarGracias Vivi! Sii, no he de negar que queda muy esponjosa, perfecta para mojar en el té o en un café calentitos... Pruébala que es sencilla y está muy buena! Un besazo!
EliminarQue buena pinta tiene esta bizcochada!! me encantará probarla. Bs.
ResponderEliminarGracias Julia, te animo a que lo hagas!!
Eliminarmadre mía ese postre tiene una pinta deliciosa, me encanta me apunto la receta. No conocía tu blog pero me quedo como nueva seguidora.
ResponderEliminarun beso!!
http://elbauldelasdelicias.blogspot.com.es/
Mil gracias Aranzazu! Me alegro de que te haya gustado la receta, y que te quedes por aquí!! Yo tampoco conocía tu blog pero acabo de verlo y me gusta un montón, así que te puedes apuntar una seguidora más :) Un beso y nos vemos por aquí!
EliminarTiene que estar riquísima, me encantara hacerla.
ResponderEliminarBesos crisylaura.
Gracias chicas, probadla porque está rica, rica! Un beso, gracias por pasaros!
EliminarQue bizcocho más bueno, que jugoso y esponjoso se ve, tienen que estar delicioso!!! El libro lo leí hace muchos años, pero no recordaba ese trozo que has puesto, tendré que volverlo a leer...
ResponderEliminarUn bst.
Muchas gracias Mavi!! Sí que está rico, sí, te animo a que lo pruebes!! Un beso!
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